No son misiles… es el algoritmo

Controversial…

No son misiles… es el algoritmo
“Algoritmo vs Pensamiento Crítico”

Por: Raúl Sabido.

Ayer escribí sobre las nuevas élites tecnológicas y financieras, los invisibles arquitectos de la era digital, los Unseen Players, que filtran, moldean y programan lo que “creemos” saber cómo verdad. Hoy, la realidad me obliga a ejemplificar con un caso vivo como lo es la escalada bélica entre Israel e Irán y el apagón informativo que la rodea.

Información en guerra, la mano que guía la mirada

Desde los primeros misiles lanzados por Irán en respuesta a la agresión sobre su consulado en Damasco, hasta la caída de Tel Aviv bajo proyectiles supersónicos lanzado desde varios frentes por Irán, Líbano y Yemen, donde los grandes medios globales han trazado una narrativa unívoca señalando, y hecho creer, que “Israel responde, Irán provoca” cuando fue Israel quien lanzó el primer golpe con misiles sobre Irán y fue Israel quien destruyó la embajada Iraní en Damasco, Siria en Octubre 2024.

Pero al consultar medios independientes, fuera de la burbuja algorítmica, la historia cambia. Las imágenes, testimonios y análisis muestran una realidad opaca para la mayoría donde se puede observar un Israel en retroceso estratégico, un escudo antimisiles superado, y un conflicto alimentado geopolíticamente por potencias como Rusia y China, que ahora se alinean y abastecen a Irán con armamento, y con narrativa propia con sus medios.

El algoritmo no reporta guerras, las administra

No es casual que lo que el ciudadano promedio conoce del conflicto venga filtrado desde las grandes plataformas que, como escribí ayer, priorizan contenidos según la lógica de quienes las financian. Las redes no nos informan, nos programan. Al definir qué videos se viralizan, qué imágenes se ocultan y qué expertos se consultan, el poder no está solo en las armas que se disparan, sino en los titulares que se repiten.

El papel de la inteligencia artificial en la propaganda moderna

La IA ya no solo genera contenido sino selecciona qué contenido merece existir. Automatiza la censura con la estética de la neutralidad, así como puede potenciar el pensamiento, también puede sofocar la disidencia. En un contexto bélico como el actual, la inteligencia artificial no es solo una herramienta de análisis, sino un nuevo actor del conflicto pero, por supuesto sin rostro, pero con influencia sobre millones de personas que alimentan su necesidad informativa con esas plataformas controladas con AI programada.

La guerra ya no se libra sólo con armas, sino con narrativas

Lo que ayer expuse como un riesgo, la concentración del poder informativo en manos de las nuevas élites, hoy se convierte en evidencia tangible, una realidad vista con análisis críticos. Cuando las plataformas que usamos para entender el mundo también deciden qué parte del mundo mostrar, la libertad de pensamiento es una ilusión cuidadosamente diseñada.

La contradicción entre la narrativa oficial y la realidad documentada

Los medios globales, alineados con las grandes plataformas tecnológicas, nos han vendido durante años la imagen de un escudo israelí impenetrable, una “cúpula de hierro” capaz de interceptar cualquier amenaza aérea. Esta narrativa ha sido reforzada con videos cuidadosamente editados, gráficos animados y comunicadores que repiten, sin matices, la eficacia del sistema.

Pero la contradicción estalla, así literalmente, cuando miles de celulares capturan en tiempo real lo que los grandes medios omiten descubriendo que Tel Aviv estaría ardiendo bajo una lluvia de misiles hipersónicos lanzados desde Líbano, Yemen e Irán. Proyectiles que, viajando a velocidades de Mach 2.5 y Mach 3, superaron sin resistencia los sistemas de defensa israelíes, impactando objetivos estratégicos con una precisión devastadora.

La supuesta infalibilidad del escudo se desmorona no por falta de tecnología, sino por exceso de confianza en una narrativa diseñada para tranquilizar al espectador y justificar decisiones geopolíticas. Mientras tanto, la realidad se filtra por las grietas del relato oficial, sostenida por ciudadanos que, con un teléfono en la mano, documentan lo que los algoritmos intentan enterrar.

El escudo que se volvió espejo

En medio de la devastación que ha sacudido a Israel durante los últimos días, con Tel Aviv ardiendo bajo misiles hipersónicos lanzados desde múltiples frentes, lo que más llama la atención no es solo la vulnerabilidad del famoso escudo de hierro, sino quién lo diseñó y qué representa.

La “Cúpula de Hierro”, ese sistema de defensa que durante más de una década fue símbolo de invulnerabilidad, fue desarrollada por “Rafael Advanced Defense Systems”, una empresa estatal israelí, con el respaldo técnico y financiero de Estados Unidos, particularmente de la firma “Raytheon”. Su creador principal, Danny Gold, es un ingeniero electrónico con formación militar, nacido en Tel Aviv, hijo de sobrevivientes del Holocausto. El proyecto nació tras la guerra con Hezbolá en 2006, como una respuesta nacionalista y tecnológica a la amenaza de los cohetes artesanales del Líbano.

Pero hoy, ese escudo se ha convertido en un espejo.

Si, un espejo que refleja no solo las limitaciones técnicas ante misiles de nueva generación, sino también la fragilidad de una narrativa construida sobre la idea de superioridad tecnológica absoluta. El sistema, diseñado para interceptar cohetes de corto alcance, no fue concebido para enfrentar misiles balísticos hipersónicos lanzados desde múltiples direcciones a velocidades que superan los 3 Mach. Y eso es exactamente lo que Irán y sus aliados han hecho.

La ironía es brutal, el escudo que debía proteger a Israel fue diseñado por una élite científica y militar que encarna la misma lógica de control y supremacía tecnológica que hoy se ve desbordada por una guerra asimétrica y multilateral. El símbolo de seguridad se ha convertido en símbolo de exposición.

Y así, el conflicto no solo se libra en el aire, sino también en el imaginario colectivo. Porque cuando el escudo falla, no solo caen misiles, sino se cae también la confianza en quienes prometieron que la tecnología podía reemplazar la vulnerabilidad humana.

La vacuna anti algoritmo es el pensamiento crítico

El pensamiento crítico es, en muchos sentidos, la última frontera frente al dominio del algoritmo de hoy, mientras los sistemas automatizados seleccionan, filtran y jerarquizan la información que consumimos, el pensamiento crítico nos permite cuestionar, contrastar y decidir por nosotros mismos. El pensamiento crítico no cancela al algoritmo, lo desenmascara.

En esta guerra, hay un arma tan peligrosa como lo es el misil… y esa arma se llama ALGORITMO.

La columna de ayer: https://contracorrientechihuahua.com/index.php/2025/06/19/las-nuevas-elites/